Después de su relato, me dice -¿estas embarazada? (ojo, tengo años de no saber de ella y menos que sepa de los procesos).
´
Sentí que el tiempo se congeló por un momento, no sabía que responderle, tenía ese sentimiento atorado en el pecho y no sabía como reaccionar. Quería gritar y llorar eufórica. Pero no, en su lugar, le contesté:
- No hay duda que te estoy hablando con el pensamiento. No estoy embarazada pero hemos decido adoptar y estamos preparando el expediente. Estamos muy emocionados!
Mi amiga se puso muy contenta y me dijo que era la mejor decisión, ella tiene una prima que fue adoptada y todo el mundo está encantado con la nena, aparte que la niña es súper feliz.
Esto me puso a pensar que nuestro deseo ya está ascendiendo, las oraciones que hacemos pidiéndole a Dios que proteja a nuestro hijo/hija, están siendo escuchadas, y es de ahí que nace esto que va dedicado a nuestro bebé:
Aún no se como eres, ni siquiera tu sexo. No estamos ni a mitad del camino, aún falta mucho por recorrer para tenerte a nuestro lado. Pero quiero que sepas que todos los días le pido a Dios que te hable, que te lleve nuestros mensajes. Mensajes donde pido que estés bien, que tengas ángeles a tu lado, que donde estés te estén cuidando bien, que no te falte nada y que te ministre.
Cuando pienso en ti, me invaden sentimientos de amor, ternura y nerviosismo. No puedo dejar de ilusionarme por conocerte pronto.
Desde ya te amo.