lunes, 4 de febrero de 2013

Rosado oscuro

Te fuiste sin siquiera poder conocerte.
Te fuiste sin poder despedirnos.
Tu estadía fue tan corta y pasajera que no hubo tiempo de querernos.

Voy a extrañar las colitas que no luciste, los vestidos que dejaste y los juegos que no jugamos.

Como se puede amar a alguien que no conociste?
Solo por el latir de tu corazón y tu presencia abultada en el vientre de tu madre.

Debiste ser tan buena que Dios te pidió de regreso. Y duele tanto no poder contradecirlo, no poder pedirle que te regrese a nosotros.

La tristeza nos ha movido a niveles superiores. Es dificil exteriorizar este sentimiento.

Ya no te podré cargar.

Pero te fuiste a jugar con el abuelito, sabemos que el te cuidará.

Any, sobrina querida, te vamos a extrañar por siempre.