lunes, 10 de septiembre de 2012

Ella...

Nunca pense que la extrañaría tanto.

No se ha ido, ni piensa hacerlo, pero vaya susto que me pegó.

Ella, mi pequeñita, no pensé que la quería tanto y que estuviera tan pegada a ella, algo me quiere enseñar Dios porque primero con mi papá y ahora con ella.

Se me cruzó por la mente el peor de los escenarios, pero yo se que mi Dios es mas grande y que ella está sana. Que solo es una deficiencia de vitaminas y que va a ponerse bien.

Al mismo tiempo me dan ganas de pegarle un par de cachetadas y preguntarle ¿Qué p.tas estás pensando? ¿Por qué no te cuidas? COME BIEN! DUERME!!!

Sentía que me faltaba el aire y fue peor tener que contarle a mi papá, vi como su pecho se inflaba cada vez con mayor rapidéz, esto no es lo que necesitaba. Ya tenía suficiente con lo suyo y ahora lo de ella.

Y es que viene a mi memoria el sueño que tuve hace casi quince años:

"... se había ido... ya no volvería a verla. Empacar sus cosas era lo más dificil y el terror de despertar y saber que no estará ahí, que sus muñecas se quedaron y que su risa no se volverá a escuchar..."

Ese sueño aun me perturba.

Pero se que estará bien, solo tengo que encontrar la forma de que vuelva su salud. No me importa lo que me digan los psicólogos que no es mi responsabilidad; no me importa!!! solo quiero que esté bien.

Te amo hermanita, cuidate por favor.