Te fuiste papito

Hace casi 30 años, mi familia tuvo la dicha de conocer un ángel. Es en serio! un angelote de carne y hueso. Altó, guapo y bueno como solo un ángel puede ser; pero sobretodo, sumamente inteligente.

Ese ángel ayudó a mi mamá cuando yo aún estaba en su vientre, a pocas semanas de nacer. La ayudó y estuvo pendiente de su estado de salud. Esa fue la primera vez que ese ángel cambió mi vida.

Pasaron los años y manteníamos contacto con el, nos visitaba y yo recuerdo que salía a saludarlo porque me parecía muy simpático que a pesar de ser un adulto formal, tenía una hermosa sonrisa de niño travieso.

Era más amigo de mi hermano que mío y no me da envidia, porque para mi, el era casi mi segundo papá, algo así como mi padrino. Siempre tuvo detalles con mi familia y nos distanciamos un tiempo pero cuando lo volví a ver me dio muchísimo gusto.

Asistió a nuestra boda con el Sr. B y nos regaló un cuadro muy lindo que aun conservo en mi casa y que de ahora en adelante se ha convertido en mi tesoro. Tan simpático y tan bueno que se aprendió el nombre de mi futuro esposo sin conocerlo y lo llamó así cuando lo felicitó. Comió, bailó y disfrutó la fiesta con sus enormes alas. Lo unico que lamento es no haberme tomado una foto con el ese día.

Al poco tiempo comencé a trabajar con el, cada vez más de cerca y creo que me convertí en personal de su confianza, y eso fue incluso contracorriente de otras personas de su confianza.

Desde que trabajo de cerca con el, aleatoreamente me preguntaba por el Sr. B y seguido a eso me decía "¿eres feliz?" a lo cual yo le decía con una sonrisota que si y el se alegraba mucho.

Hace poco más de un año regresé a trabajar a su unidad ya que había estado en otros departamentos. Ese tiempo fue muy bonito, lo veía todos los días, le daba abrazos y nunca nunca nunca dejé de decirle cuanto lo quería, que para mi era como otro papá y el me contestaba que me quería como su hija, que incluso le recordaba a ella.

La última vez que lo vi le deseé un feliz fin de semana y buen viaje, le di unos documentos que me pidió para leer y me abrazó. Eso fue típico, siempre fue muy cariñoso y atento; un angel caballeroso.

Yo no tenía la menor idea que ese sería nuestro último abrazo, la última vez que aspiraría su aroma, besaría su mejilla tímidamente y lo abrazaría con el corazón.

No pasaron dos días para que mi papá me llamara para darme la noticia, el con sus propias manos se había disparado en la sien, nunca lo pude imaginar y es algo que al día de hoy no puedo configurar, pero las pruebas existen, así fue.

Se fue de este mundo un hombre que vale la pena mencionar porque hizo grandes cambios, yo siempre admiré su inteligencia, dedicación al trabajo y su enorme sonrisa que yo tanto quería.

Viejito, durante el trabajo me esforzé por ser muy respetuosa al dirigirme a ti porque quería que estuvieras orgulloso de mi, ya no te pude contar que me estan contratando en mi alma mather para dar clases y que probablemente ese hubiese sido el próximo salto de mi carrera. Tantas cosas que no te dije porque ya no tuve tiempo.

Ya no pude contarte sobre mis problemas para tener hijos y sobre como eso me ponía tan triste y por eso se me saltaban las lágrimas en el trabajo. Ya no vas a poder conocer a mis futuros hijos y de ahora en adelante solo hablaremos de aquel ángel digno de recordar a cada momento. Te extraño tantísimo, venir a trabajar ya no tiene sentido si tu ya no estas, si ya no voy a ver tu sonrisa nunca más y si ya no voy a poder regalarte chocolates, o corbatas típicas o cualquier cosa que a mi alocada mente se le ocurriera. Te extraño y no me voy a cansar de decírtelo, tengo un dolor muy profundo porque estoy segura que no te fuiste solo, te llevaste muchos pedazos de corazones y entre ellos el mío.

Siempre siempre siempre te recordaré y te voy a homenajear haciendo que mi vida valga la pena, estudiando mucho porque tu eras un académico excelente y trabajando duro por mi país.

Te quiero.