Así es, viene y va la esperanza de tenerlo a mi lado.
Días en los que me siento esperanzada pero otros en los que pierdo cualquier rastro de lucidez que algun día pude tener.
No lo conozco y ya lo extraño y esa desesperación de conocerle es la que me hace enloquecer por ratos.
Todo es "esperar", "tener paciencia" y ESO es lo que menos tengo.
Solo me queda buscar en el fondo de mi ser algun rastro de esperanza. Esperanza que se vuelve como una luciérnaga, a veces brilla y esta presente, y otras veces se oscurece o desaparece.
Espero que esa luciérnaga siga con vida. En algun lugar...
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